Descansar y digerir es como pulsar un botón de reinicio y darnos permiso para respirar y estar en paz. Así que, la próxima vez que te sientas estresado o abrumado, recuerda tomarte un momento para descansar y digerir: es la forma que tiene tu cuerpo de decirnos: "¡Eh, vamos a tomárnoslo con calma y a darnos un poco de amor!".
Al igual que la respuesta del organismo al estrés, regulada por el sistema nervioso simpático, la capacidad del cuerpo para descansar y digerir es igualmente importante para la supervivencia. De ello se encarga el sistema nervioso parasimpático.
El proceso de reposo y digestión es esencial para la conservación de la energía, el mantenimiento de las funciones corporales vitales y la promoción de la recuperación. Cuando funcionan correctamente, los componentes de esta división del sistema nervioso garantizan que el organismo trabaje en completa cohesión con la máxima generación y conservación de energía.
Elementos como el estrés excesivo o crónico en el cuerpo, ya sea por enfermedad o por estrés emocional, pueden sobrecargar el sistema nervioso parasimpático y hacer que el cuerpo entre en un estado constante de estrés. Esto, a largo plazo, puede ser perjudicial en muchos sentidos.
Aunque el parasimpático gestiona las funciones corporales que trabajan inconscientemente de forma continua, es posible fomentar y promover el descanso mediante diversas actividades intencionadas.
Para dar una explicación más detallada, es esencial comprender cómo funciona el sistema nervioso del cuerpo cuando está en estado de relajación.
El sistema nervioso parasimpático regula el estado de ánimo, la respuesta inmunitaria, la digestión, el ritmo cardíaco y la tensión arterial. Éstos son sólo algunos de los procesos que regula esta rama del sistema nervioso.
El sistema nervioso parasimpático se activa cuando el cuerpo se encuentra en un entorno o estado de ánimo seguro y relajado. Ralentiza el ritmo cardíaco y respiratorio, disminuye la tensión arterial, produce salivación y enzimas digestivas y ayuda a digerir los nutrientes.
El sistema nervioso autónomo es una red de nervios dividida en dos ramas principales: la simpática y la parasimpática. Este artículo se centra en el parasimpático, responsable de todo el proceso de reposo y digestión.
El sistema nervioso parasimpático se conoce como el modo de descanso y digestión. El sistema nervioso parasimpático entra en acción tras situaciones de estrés o durante periodos de relajación.
Este modo permite relajarse y reducir la energía del cuerpo para conservar energía y completar procesos que pueden haber quedado en suspenso durante periodos de mucho estrés.
Muchas condiciones de vida, acontecimientos vitales y enfermedades pueden afectar al sistema nervioso parasimpático. El estrés crónico puede afectar negativamente al sistema nervioso parasimpático al insensibilizarlo, haciendo que el cuerpo lo ignore y, en cierto modo, lo olvide.
El sistema nervioso simpático se opone al sistema nervioso parasimpático. A diferencia de este último, el sistema simpático se activa cuando el cuerpo experimenta estrés, produciendo la famosa respuesta de estrés.
Cuando el cuerpo experimenta estrés, el sistema nervioso simpático aumenta el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración y la agudeza visual. Aunque es beneficioso a corto plazo, tener el sistema simpático activado con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo puede causar daños al organismo.
Esto subraya la importancia de entrar en el modo de descanso y digestión tan a menudo como sea posible.
Las investigaciones han demostrado que, para entrar en modo de reposo y digestión, el organismo debe experimentar determinados estímulos o situaciones que le proporcionen sensaciones de seguridad o relajación.
Actos como la respiración, los estiramientos o el yoga, la meditación, el ejercicio suave y la música tranquilizadora pueden activar el sistema nervioso parasimpático y permitir que el cuerpo entre en modo de reposo y digestión.
Una vez activado, el sistema nervioso parasimpático libera señales de varias glándulas corporales. A su vez, estas glándulas producen varias hormonas que actúan como mensajeros. Estos mensajeros producen reacciones responsables de funciones como la digestión y el flujo sanguíneo.
El nervio vago es uno de los doce nervios craneales que se originan en el cerebro. Su función principal es transportar información entre el cerebro y los órganos internos y controlar la respuesta del cuerpo durante el reposo.
Es un nervio grande que tiene muchas ramificaciones, ya que se comunica en múltiples direcciones, esenciales para las funciones del sistema nervioso parasimpático y el modo de reposo.
Reducir el estrés es fundamental para mantener sano el sistema nervioso parasimpático y favorecer el descanso y la digestión. Esto puede hacerse estimulando el nervio vago, calmando el sistema nervioso y regulando las hormonas del estrés.
El tono vagal se utiliza para describir la función del nervio vago. Puede proporcionar información importante sobre la salud física, neurológica y emocional durante el modo de reposo.
Según un estudio realizado en 2010, los investigadores descubrieron que existe un bucle de retroalimentación positiva entre el tono vagal elevado, las emociones positivas y la buena salud física.
La estimulación del nervio vago es posible y es una gran manera de aumentar el tono vagal y, a su vez, promover el descanso y la digestión en el cuerpo. Puede hacerse mediante la exposición al frío, la respiración profunda, la risa y la socialización.
Existen otras formas de calmar el sistema nervioso además de aumentar el tono vagal. Con cientos de formas de promover el descanso a través del sistema parasimpático, la mejor manera de encontrar la correcta es a través del ensayo y error.
Se pueden probar actividades como:
Todo ello acaba con la relajación del cuerpo y, a su vez, del sistema nervioso.
La respuesta al estrés comienza en el cerebro, en la amígdala, que envía mensajes a las glándulas para que liberen determinadas hormonas.
En situaciones de estrés, la hiperactividad de estas glándulas, como las suprarrenales, puede ser perjudicial, lo que subraya la importancia de controlar estas hormonas del estrés.
Reducir la liberación de la hormona del estrés, por ejemplo haciendo ejercicio, cambiando a una dieta centrada en bajar la tensión arterial y evitando las situaciones estresantes, puede ayudar.
El trabajo respiratorio y la respiración profunda son formas estupendas no sólo de engañar al cuerpo para que entre en modo de descanso y digestión, sino también, en general, de promover un estado de relajación.
Al practicar diversas técnicas de respiración, se activa el nervio vago, que es una parte importante del sistema nervioso parasimpático y, por lo tanto, el cuerpo empieza a descansar y a recuperarse.
No sólo favorece unas funciones corporales sanas y vitales, sino que también ayuda a disminuir la ansiedad y refuerza el sistema inmunitario.
Para realizar esta práctica y obtener los máximos beneficios de ella, es esencial concentrarse en inspirar y espirar mientras se respira lenta y profundamente.
Activar el sistema nervioso parasimpático puede lograrse fácilmente a través de prácticas de yoga. Lo siguiente o algunas posturas de yoga que se pueden utilizar para este propósito.
El Abridor del Corazón permite que el exceso de calor salga del cuerpo, equilibrando el pitta dosha (energía calorífica), favoreciendo la respuesta de relajación y abriendo el corazón y los pulmones.
La postura de torsión restaurativa calma el sistema nervioso, mejora la digestión, crea espacio en la columna vertebral y las costillas, y libera el estancamiento del abdomen. Favorece el flujo sanguíneo a los órganos y el apoyo al sistema inmunitario.
Lapostura de las piernas contra la pared favorece el drenaje venoso, aumenta la circulación, alivia las piernas hinchadas o acalambradas y estira los músculos isquiotibiales y lumbares.
Supta Baddha Konasana, también llamada postura de la mariposa reclinada, abre las caderas y las rodillas. Puede ayudar a estimular los riñones y el corazón, mejorar la circulación, reducir el estrés y regular el sistema nervioso.
La postura tumbada de lado permite doblar las rodillas y apoyar la pierna superior sobre una manta. Una manta también sostiene la cabeza, neutralizando la columna cervical. Puede permitir que el sistema nervioso se asiente y se calme.
Como cualquier otra parte del cuerpo, el parasimpático funciona mejor cuando se alimenta adecuadamente. Una dieta equilibrada y una nutrición adecuada son esenciales para el funcionamiento óptimo del modo reposo y digestión.
Una dieta compuesta por las proporciones adecuadas de proteínas, vitaminas y nutrientes. Todos estos componentes desempeñan un papel vital en el mantenimiento y la prosperidad de todo el sistema nervioso.
También se recomienda reducir al mínimo la cafeína y el azúcar. Ambos son estimulantes del sistema nervioso y pueden inducir una respuesta de estrés en el organismo cuando se consumen en grandes cantidades.
Al reducir los estimulantes, el organismo puede entrar en modo de reposo y digestión con mayor frecuencia y facilidad.
El sueño es el mejor momento para que el cuerpo descanse y se recupere. Aunque las funciones y el proceso del sueño siguen siendo un misterio médico, se sabe que el cuerpo reconsidera y se repara mejor durante el sueño.
Dormir lo suficiente cada noche es la mejor manera de garantizar que el cuerpo, y el sistema nervioso parasimpático, en este caso, estén en buena forma y puedan rendir adecuadamente.
Esto se traduce en que el cuerpo puede entrar en modo de reposo y digestión sin encontrar dificultades ni resistencia.
El entorno social también desempeña un gran papel en la activación del sistema nervioso parasimpático. Como ya se ha mencionado, el sistema nervioso simpático se activa cuando el cuerpo se encuentra en un entorno estresante o negativo. Esto desencadena la respuesta de lucha o huida.
Cuando se está en un entorno positivo, como un entorno social con amigos y familiares, el sistema nervioso parasimpático puede activarse, ya que el cuerpo no percibe una amenaza.
Crear un entorno que favorezca el descanso y la digestión no tiene por qué ser lujoso. Puede ser tan sencillo como hacer pausas o no comer deprisa en la mesa del trabajo. El descanso y la digestión funcionarán de forma óptima siempre que se mantenga un entorno relajado y poco estresante.
Los daños en el sistema nervioso parasimpático pueden producirse de múltiples formas. Los trastornos del sistema nervioso autónomo pueden dañar los sistemas nerviosos simpático y parasimpático y provocar un desequilibrio.
El estrés crónico debido a sucesos vitales o enfermedades sistémicas puede poner al organismo en sobrecarga y suprimir los efectos del sistema nervioso parasimpático.
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Sistema nervioso parasimpático - Wikipedia
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