La fibromialgia es una enfermedad conocida por causar dolor en todo el cuerpo. Aunque no se conocen curas para la fibromialgia, los tratamientos, que incluyen diversas formas de ejercicio, control del estrés y medicación, pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
La fibromialgia, también llamada síndrome fibromiálgico (SFM), es una enfermedad crónica que causa dolor generalizado en todo el cuerpo y otros síntomas, como fatiga, disminución del estado de ánimo y problemas para dormir. Aunque la causa de la fibromialgia no se conoce del todo, se relaciona con el sistema nervioso y el aumento de la sensibilidad al dolor.
Los principales síntomas de la fibromialgia son dolor crónico generalizado y sensibilidad, especialmente en los músculos del cuerpo. La fatiga y la rigidez corporal también son síntomas de la fibromialgia. El dolor puede ir y venir y desplazarse a distintas zonas del cuerpo. Las personas con fibromialgia también suelen tener puntos sensibles. Estos puntos son zonas específicas del cuerpo más sensibles al tacto. Estos puntos suelen estar alrededor de las articulaciones del cuerpo, como cerca de los hombros, los codos, las rodillas y los huesos de la cadera.
La fibromialgia también se asocia a otros síntomas, como el estrés emocional y los trastornos del sueño. Las personas con fibromialgia también pueden experimentar fatiga y dificultades de memoria y concentración, lo que suele denominarse "fibroniebla" Los problemas digestivos, como el dolor abdominal y el síndrome del intestino irritable, están relacionados con la fibromialgia. Los síntomas suelen empeorar cuando hay niveles elevados de estrés, cuando la persona padece otra enfermedad, cuando hay un estiramiento o uso excesivo de los músculos y cuando hace calor.
Otros factores de riesgo son:
Los tratamientos caseros y los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir el dolor y disminuir otros síntomas, como los problemas de sueño y los síntomas emocionales. Las técnicas de control del estrés también se utilizan en casa para ayudar a tratar la fibromialgia. Estas estrategias de relajación pueden incluir meditación y ejercicios de atención plena. El ejercicio físico regular es otro tratamiento para la fibromialgia. Los programas de ejercicio físico pueden consistir en una combinación de ejercicio aeróbico, estiramientos y entrenamiento postural. Las clases de yoga u otros programas de ejercicio en casa también son adecuados para las personas con fibromialgia.
Otra forma de tratamiento para la fibromialgia incluye diferentes formas de terapia. Un fisioterapeuta puede ayudar a fortalecer los músculos y a aumentar la flexibilidad. Un terapeuta ocupacional puede trabajar con un cliente con fibromialgia para que pueda seguir realizando las actividades de la vida diaria. El asesoramiento o la terapia conversacional pueden ayudar a tratar los efectos emocionales y psicológicos de la fibromialgia. La terapia de masaje puede disminuir el dolor y la rigidez musculares.
El tratamiento médico de la fibromialgia puede consistir en la prescripción de medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de la fibromialgia. Estos medicamentos incluyen analgésicos, relajantes musculares, antidepresivos y anticonvulsivos.
Los primeros signos de fibromialgia son dolor y rigidez en todo el cuerpo, cansancio y fatiga matutinos y problemas para dormir. La niebla cerebral y la dificultad para concentrarse también pueden ser signos precoces.
El diagnóstico de los pacientes con fibromialgia suele basarse en los síntomas relevantes. El principal criterio diagnóstico de la fibromialgia es el dolor crónico generalizado durante más de tres meses. A veces se utilizan radiografías, análisis de sangre u otras pruebas para descartar otros diagnósticos.
Aunque no existe cura para la fibromialgia, los medicamentos y tratamientos pueden ayudar a disminuir y controlar los síntomas.
El dolor generalizado y el dolor muscular son los principales síntomas de la fibromialgia. Las personas con fibromialgia suelen describir su dolor muscular como dolor o ardor. Otros síntomas comunes son fatiga, problemas de sueño y dificultades cognitivas.
Existe una fuerte conexión entre la fibromialgia y el síndrome del intestino irritable, ya que a menudo coexisten en un paciente. Los estudios demuestran que hasta el 70% de los pacientes con fibromialgia también son diagnosticados de síndrome del intestino irritable. Además, al 65% de los pacientes con síndrome del intestino irritable se les diagnostica fibromialgia. También comparten otras características, como ser más frecuentes en las mujeres y estar relacionadas con el estrés. Ambas afecciones pueden tratarse con técnicas de terapia cognitivo-conductual y algunos de los mismos medicamentos.
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https://www.med.unc.edu/ibs/wp-content/uploads/sites/450/2017/10/Fibromyalgia-and-IBS.pdf
https://badgut.org/information-centre/a-z-digestive-topics/fibromyalgia-and-ibs/
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