La crioterapia es un tratamiento que puede ayudar con el estrés, la ansiedad, el dolor y la rehabilitación de lesiones. La crioterapia se realiza exponiendo el cuerpo o la piel a temperaturas frías. Se pueden recibir tratamientos de crioterapia en una clínica, un spa médico o en casa.
Como tratamiento médico emergente, todavía se están investigando los múltiples usos de la crioterapia. Ya se han demostrado muchos beneficios, pero se necesitan más ensayos para comprender todo el alcance de los beneficios potenciales de la crioterapia.
Las bolsas y baños de hielo son la forma más básica de crioterapia y se han utilizado para tratar la rigidez muscular durante siglos. Se sabe que los baños de hielo o la aplicación de una bolsa de hielo reducen la inflamación y la hinchazón de los músculos y el tejido conjuntivo; la crioterapia de cuerpo entero lleva este concepto al extremo, utilizando temperaturas de hasta -300° F para conseguir los mismos resultados. Los pacientes a menudo refieren menos dolor y menos hinchazón tras los tratamientos de crioterapia.
La crioterapia para el tratamiento del cáncer, denominada crioablación, es un tratamiento complementario para varias formas de cáncer, como el de huesos, piel, hígado, pulmón, próstata y mama. El proceso consiste en insertar una aguja fina directamente en la zona afectada y bombear óxido nitroso líquido o gas argón para destruir el tejido anormal y eliminar las células cancerosas. La literatura médica del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. reconoce la crioablación como tratamiento del cáncer, pero advierte de que es necesario investigar más su eficacia en la curación del cáncer a largo plazo. La crioterapia también puede utilizarse para tratar tumores benignos (no cancerosos).
La hinchazón e inflamación del tejido muscular y conjuntivo es una causa frecuente de dolor crónico, lesiones deportivas, artritis reumatoide y enfermedades. La crioterapia para el dolor crónico consiste en exponer la zona afectada o todo el cuerpo a temperaturas extremadamente bajas, lo que reduce la inflamación y el flujo sanguíneo. Tras la eliminación del estímulo frío, aumenta la circulación sanguínea, lo que lleva sangre rica en nutrientes y oxígeno al tejido lesionado o enfermo, favoreciendo la curación. En el caso de la esclerosis múltiple, la aplicación de frío reduce los espasmos musculares y el dolor asociado.
Debido a sus potentes propiedades antiinflamatorias, la crioterapia puede tener un efecto positivo durante la rehabilitación. A menudo se recomienda aplicar hielo en las partes del cuerpo inflamadas o doloridas después de la fisioterapia o los estiramientos para reducir la hinchazón y el dolor. La aplicación de terapia de frío no trata necesariamente las lesiones de forma independiente, pero puede incorporarse beneficiosamente al plan de tratamiento. Algunas pruebas sugieren que la hinchazón mejora la tasa de curación con el tiempo, por lo que permitir cierta hinchazón natural puede beneficiar el proceso de curación.
Algunos deportistas recurren regularmente a la crioterapia después de un ejercicio intenso. La oleada de sangre rica en nutrientes que llega a los músculos tras la crioterapia de cuerpo entero es beneficiosa para prevenir las agujetas.
La crioterapia se utiliza como tratamiento para algunas afecciones cutáneas. La crioterapia puede remediar verrugas, lesiones cutáneas, papilomas cutáneos, dermatitis atópica, queratosis y otras afecciones de la piel mediante la aplicación de frío extremo para bajar la temperatura de la piel lo suficiente como para matar o eliminar el tejido anormal. Los aerosoles refrigerantes para este fin se venden en todo el mundo y suelen estar disponibles sin receta médica.
Los tratamientos con frío tienen un profundo efecto sobre la liberación neuroquímica. Tras la crioterapia de cuerpo entero, algunos pacientes con depresión diagnosticada clínicamente informaron de una reducción de más del 50% de los síntomas depresivos. Se cree que la crioterapia de cuerpo entero provoca un aumento de dopamina y adrenalina, mejorando el estado de ánimo y reduciendo los síntomas depresivos. Estos efectos requieren más investigación, pero los resultados son prometedores.
La estrategia propuesta para tratar los trastornos mentales con crioterapia consiste en utilizarla junto con las intervenciones médicas actuales de eficacia probada. Los estudios de investigación sobre los efectos de la crioterapia en la salud mental son bastante recientes y el tema requiere más estudio. Aun así, las pruebas anecdóticas actuales son muy prometedoras para el futuro tratamiento de los trastornos mentales.
Las temperaturas muy bajas provocan cambios notables en todo el organismo. La velocidad de conducción nerviosa, el flujo sanguíneo, la percepción del dolor y la liberación de hormonas se ven afectados por la crioterapia de forma local y sistémica. Debido a sus variados efectos, la crioterapia se utiliza de forma diferente según la afección que se esté tratando.
Existen varios métodos de terapia con frío, como las bolsas de hielo, el nitrógeno líquido, los aerosoles refrigerantes, el baño de hielo o la cámara de crioterapia. Todos ellos tienen el mismo objetivo: exponer el tejido a temperaturas bajo cero e inducir la cicatrización.
La crioterapia de cuerpo entero se ofrece en algunos spas médicos y clínicas de medicina deportiva y consiste en cámaras frías especializadas para estos tratamientos. Los pacientes permanecen de pie dentro de la cámara hasta 3 minutos mientras se bombea óxido nitroso líquido que reduce la temperatura corporal. Se cree que la crioterapia de cuerpo entero mejora el sueño y aumenta el metabolismo para perder peso, además de los conocidos beneficios para reducir el dolor y la inflamación. Los pacientes suelen decir que se sienten renovados y vigorizados después de los tratamientos.
La crioterapia puede aplicarse fuera del cuerpo, ya sea directamente a través de elementos fríos que entran en contacto con la piel o por convección, como cuando se utiliza gas frío, como en una cámara de crioterapia. La crioterapia externa es la forma más común de crioterapia. La crioterapia interna, o crioablación, se utiliza sobre todo para tratar cánceres y para la oclusión de venas en determinados procedimientos cardíacos. Un instrumento llamado criosonda se introduce en la zona y bombea nitrógeno líquido, enfriando rápidamente los tejidos afectados.
Las criosondas y las cámaras frigoríficas se utilizan sobre todo en entornos clínicos, ya que estas herramientas requieren una formación específica y una aplicación profesional. Un médico u otro profesional sanitario debe realizar cualquier procedimiento que implique inyecciones. Debido a los riesgos asociados a este tratamiento, siempre debe estar presente un profesional para la crioterapia de cuerpo entero. La crioterapia clínica es un fenómeno relativamente nuevo, pero ya está disponible en clínicas de todo el mundo.
La crioterapia no es un proceso complejo y es fácil de aplicar en casa. Las bolsas de hielo, la inmersión en agua fría o el baño de hielo se aplican fácilmente en casa y entrañan pocos riesgos en comparación con el frío extremo que se utiliza en la crioterapia clínica. Aun así, es esencial obtener la autorización de un profesional sanitario antes de iniciar cualquier protocolo de crioterapia en casa.
La crioterapia implica temperaturas muy frías, por lo que los pacientes deben tener cuidado para evitar lesiones. Hable con un médico antes de intentar cualquier tipo de crioterapia y tenga siempre precaución cuando trabaje con frío extremo. La mayoría de los informes positivos sobre los beneficios de la crioterapia son anecdóticos, lo que significa que se han notificado beneficios, pero se necesitan más estudios para garantizar su eficacia.
La crioterapia plantea riesgos debido a su uso a temperaturas muy bajas, pero la probabilidad de lesiones es baja bajo orientación profesional.
La mayoría de los pacientes refieren molestias más que dolor. Dado que la crioterapia es un "frío seco", no pica como el agua fría o las bolsas de hielo.
En pocas palabras: sí puede. Ha habido casos de lesiones por crioterapia, pero son raros. En el caso de la crioterapia de cuerpo entero, los gases no eliminan el calor tan rápidamente como el agua u otros fluidos que entran en contacto directo con el cuerpo. Estos gases reducen la probabilidad de congelación o hipotermia, pero sigue siendo posible.
El uso del frío para tratar afecciones corporales se conoce desde la antigüedad, pero la crioterapia de cuerpo entero es mucho más reciente. Originada en Japón en la década de 1970, la crioterapia de cuerpo entero, tal como la conocemos hoy, existe desde hace más de 50 años.
Criocirugía para afecciones cutáneas comunes
Crioablación para el cáncer - Mayo Clinic
Definición de crioablación - Diccionario de términos oncológicos del NCI