Obtenga más información sobre las migrañas crónicas, un trastorno que provoca dolores de cabeza recurrentes y frecuentes. Entender las causas, los síntomas, los factores desencadenantes y lo que se puede hacer para prevenir o tratar las migrañas crónicas.
Las migrañas son uno de los diversos trastornos de cefalea que afectan al 12% de la población mundial. Las migrañas son la tercera causa de discapacidad, según el Global Burden of Disease Study de 2019.
Las migrañas crónicas se diagnostican cuando una persona experimenta quince o más días de cefalea al mes, con un mínimo de ocho días de características migrañosas durante más de tres meses.
Se sabe que los ataques de migraña son más graves y frecuentes a medida que pasa el tiempo. Los profesionales médicos clasifican estos ataques en dos tipos: migrañas episódicas y migrañas crónicas.
Mientras que las migrañas episódicas ocurren con poca frecuencia, las migrañas crónicas se producen repetidamente durante al menos tres meses.
Las migrañas episódicas pueden convertirse con el tiempo en migrañas crónicas. Los estudios han demostrado que alrededor del 3% de las personas que padecen migrañas episódicas evolucionan hasta desarrollar migrañas crónicas.
Aunque los síntomas de las migrañas episódicas y crónicas son los mismos, la frecuencia y la intensidad de los síntomas varían.
Los síntomas comunes de todas las migrañas incluyen:
Las personas que padecen migrañas pueden descubrir que determinados factores, como entornos, situaciones y comportamientos específicos, desencadenan un nuevo episodio de migraña. Son los denominados desencadenantes de la migraña.
Algunos desencadenantes habituales en las personas con migraña crónica son:
Los desencadenantes pueden variar en función de cada persona; por lo tanto, las personas con migraña crónica pueden beneficiarse de la identificación y el seguimiento de sus desencadenantes en un diario de migraña.
De este modo, las personas pueden intentar reducir su exposición a los desencadenantes habituales.
Las personas con antecedentes de migraña pueden experimentar episodios de mayor ansiedad y estrés.
Los niveles elevados de estrés y ansiedad liberan la hormona cortisol, que puede provocar cambios vasculares en el cerebro, con la consiguiente inflamación y dolores de cabeza crónicos.
Las experiencias relacionadas con el estrés o los entornos que lo provocan provocan cambios de comportamiento y síntomas en las personas, como sueño inadecuado, tensión muscular, comer menos o olvidarse de tomar los medicamentos.
El consumo excesivo de cafeína es otro desencadenante habitual de la migraña. La cafeína es un estimulante que puede desencadenar un episodio de migraña.
Las bebidas o refrescos con alto contenido en azúcar y cafeína también pueden contribuir a una migraña.
Ciertos edulcorantes artificiales, el picante, la sal y los alimentos curados (quesos y embutidos) pueden desencadenar migrañas. El glutamato monosódico (GMS) es un conservante alimentario que puede desencadenar migrañas.
También es esencial controlar la dieta y los planes de comidas, ya que saltarse comidas puede desencadenar dolores de cabeza en algunas personas con migraña crónica.
Las migrañas crónicas y episódicas son más frecuentes en las mujeres que en los hombres.
Por ejemplo, los cambios hormonales durante la menstruación, antes y después de la menopausia, y los medicamentos hormonales pueden desencadenar migrañas.
El uso excesivo de medicamentos para la migraña o de vasodilatadores que pueden afectar al sistema vascular o a los vasos sanguíneos puede desencadenar migrañas o empeorar una migraña episódica.
Las personas que toman medicamentos para la migraña también pueden sufrir migrañas de rebote.
Lo mejor es ponerse en contacto con los profesionales sanitarios en relación con el uso de medicamentos para la migraña. El uso excesivo de medicamentos para la migraña puede provocar ocasionalmente una cefalea por uso excesivo de medicamentos.
Los cambios estacionales y meteorológicos también pueden alterar el estado de la migraña.
Los cambios en la presión barométrica, la humedad y la temperatura también pueden influir en el momento, la gravedad y la frecuencia de las migrañas.
Los estímulos sensoriales, como los olores fuertes, la música alta y las luces intermitentes, también pueden desencadenar episodios de migraña.
Dormir entre siete y ocho horas cada noche es crucial para prevenir las migrañas. No dormir lo suficiente o dormir demasiado puede empeorar una crisis de migraña.
Si una persona cree que sufre migrañas crónicas, debe ponerse en contacto con un profesional sanitario.
Un profesional sanitario o un especialista en cefaleas elaborará un historial médico detallado y evaluará los síntomas de la persona y los posibles desencadenantes.
El médico puede preguntar a la persona sobre sus patrones de dolor migrañoso, si son continuos o episódicos, la intensidad y frecuencia de las migrañas y los factores de riesgo o desencadenantes identificados.
El seguimiento de los días de cefalea mediante un diario de cefaleas es crucial para el diagnóstico, ya que éste dependerá del número de días de cefalea que tenga un individuo.
También recopilarán información sobre los antecedentes familiares, la intensidad del dolor, la sensación, la localización, otros síntomas que acompañen al dolor, la medicación actual y anterior y los factores del estilo de vida que puedan estar causando cefaleas secundarias.
Un especialista en cefaleas puede realizar un examen neurológico o criterios diagnósticos para descartar otros tipos de cefaleas crónicas.
Las migrañas crónicas también pueden diagnosticarse mediante una resonancia magnética o una tomografía computarizada.
Las resonancias magnéticas utilizan ondas de radio y un campo magnético para producir imágenes de los vasos sanguíneos y el cerebro, lo que ayuda a los profesionales sanitarios a diagnosticar afecciones neurológicas y trastornos cerebrales, incluidas las migrañas.
El TAC utiliza rayos X para generar imágenes transversales del cerebro, lo que ayuda a los médicos a diagnosticar daños cerebrales, infecciones, tumores o posibles problemas médicos que puedan causar dolores de cabeza en las personas.
El tratamiento de la migraña crónica se centra en la gestión de las opciones de estilo de vida, los factores desencadenantes y los tratamientos preventivos. Algunos cambios en el estilo de vida que pueden mejorar las migrañas crónicas incluyen:
Los medicamentos preventivos tienen como objetivo reducir la gravedad y la frecuencia de las cefaleas, e incluyen bloqueantes de la angiotensina, betabloqueantes, antidepresivos tricíclicos, péptidos relacionados con el gen de la calcitonina (CGRP) e inyecciones de toxina A botox.
El tratamiento con inyecciones de Botox fue el primer tratamiento preventivo aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) y ha demostrado su eficacia para reducir la frecuencia de las migrañas.
Según la American Migraine Foundation, los complementos dietéticos o alimentarios, también llamados nutracéuticos, pueden ayudar a aliviar los síntomas de la migraña.
Algunos suplementos herbales comunes que pueden ayudar con la migraña incluyen vitaminas como la vitamina B2 (riboflavina), magnesio, matricaria, melatonina y coenzima Q10 (CoQ10).
Las personas con migraña crónica pueden tener niveles bajos de minerales y vitaminas. Por lo tanto, la suplementación es útil.
En personas con niveles normales de vitaminas y minerales, los suplementos a base de plantas pueden reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas a dosis específicas.
El yoga implica posturas cuerpo-mente, respiración y meditación que pueden ayudar a aliviar el estrés, causa o desencadenante habitual de las migrañas.
Puede que no todo el mundo esté familiarizado con el yoga; por lo tanto, pedir ayuda a un profesor de yoga o apuntarse a una clase de yoga puede ser un excelente primer paso para familiarizarse con el yoga y encontrar posturas adecuadas para sus migrañas.
Las posturas intensas o difíciles pueden desencadenar migrañas en las personas, sobre todo en los principiantes.
Por lo tanto, es esencial hablar con el instructor sobre los desencadenantes de la migraña, incluida la música y las velas perfumadas.
Encontrar formas de yoga que impliquen meditación y respiración profundas es especialmente útil para las personas con migraña.
Algunas de ellas son:
Los hábitos y elecciones de estilo de vida pueden reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas.
Algunos hábitos de vida saludables son encontrar un entorno tranquilo, establecer un horario de sueño, comer equilibradamente y evitar los alimentos que desencadenan dolores de cabeza, hacer ejercicio con regularidad y controlar el estrés.
La gestión del estrés implica realizar actividades que a uno le gusten, encontrar tiempo para relajarse, pasar tiempo con los amigos y la familia y buscar el equilibrio.
El tratamiento de las migrañas crónicas es similar al de las migrañas episódicas, con algunas diferencias.
El tratamiento de una migraña crónica puede incluir medicamentos y analgésicos, aumentando lentamente su dosis, y terapias complementarias, como la estimulación magnética transcraneal y la estimulación transcutánea del nervio supraorbitario.
El tratamiento precoz de las migrañas episódicas puede reducir la probabilidad de que una persona con migrañas episódicas pase a padecer migrañas crónicas, y el tratamiento individualizado también puede revertir las migrañas crónicas en migrañas episódicas.
Los tratamientos agudos para las crisis de migraña incluyen medicamentos para la migraña aguda, tratamiento con receta y medicamentos de venta libre, como el paracetamol, el ibuprofeno y el sumatriptán.
Sin embargo, es fundamental limitar el uso de la medicación para evitar síntomas de uso excesivo.
El objetivo de las personas con migraña crónica es controlar los dolores de cabeza. Prevenir y controlar una migraña crónica con un plan de tratamiento adecuado es posible.
Reducir la gravedad y el número de cefaleas puede ayudar a las personas con migraña crónica y revertirlas a una episódica.
Si una persona experimenta un fuerte dolor de cabeza como consecuencia de los síntomas de una migraña crónica, es fundamental que acuda a un médico o profesional sanitario.
Las migrañas crónicas pueden repercutir negativamente en la vida de una persona, afectando a ámbitos como la escuela, el trabajo y las relaciones con familiares y amigos. Por lo tanto, es crucial tratar las migrañas crónicas a tiempo.
Migrañas crónicas: Lo que hay que saber
Comprender las migrañas crónicas
Tratamientos alternativos para la migraña
El contenido de este artículo se ofrece únicamente con fines informativos y no pretende sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre se recomienda consultar con un profesional sanitario cualificado antes de realizar cualquier cambio relacionado con la salud o si tiene alguna duda o preocupación sobre su salud. Anahana no se hace responsable de los errores, omisiones o consecuencias que puedan derivarse del uso de la información facilitada.