Aprenda a integrar la meditación en su rutina diaria. Descubra qué momentos de meditación son los más adecuados para usted y su horario, si son apropiadas las meditaciones a la hora de comer, a la hora de acostarse o en las sesiones de trabajo.
La meditación se ha convertido en una herramienta cada vez más popular para reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Sin embargo, a muchas personas les cuesta encontrar el mejor momento para meditar. La verdad es que no existe una respuesta única a esta pregunta.
Dado que todos tenemos horarios y estilos de vida muy diferentes que pueden afectar al momento en que podemos meditar, se nos ocurre una pregunta razonable: ¿cuál es el mejor momento para sentarse a hacer un poco de zoom zen?
Antes de elegir un momento para meditar, es importante comprender en qué consiste esta práctica. Piensa en la meditación como una pausa en el caos de la vida cotidiana, una forma sencilla pero poderosa de hacer una pausa, respirar hondo y sentirte bien contigo mismo.
No se trata sólo de sentarse en silencio; la meditación activa consiste en aprender a acallar el ruido de la cabeza y encontrar la paz en medio del ajetreo.
La práctica regular de la meditación ayuda a concentrarse, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Las meditaciones guiadas pueden ayudarte a relajarte, recargarte y volver más centrado y preparado para afrontar lo que se te presente.
La meditación es ese espacio en el que puedes explorar suavemente tus pensamientos y sentimientos, encontrar claridad y llegar a conocerte mejor.
La experta en meditación Pema Chödrön dice: "La práctica de la meditación no consiste en intentar deshacernos de nosotros mismos y convertirnos en algo mejor. Se trata de hacernos amigos de lo que ya somos".
La meditación ofrece un tesoro de beneficios para la salud mental. Con la práctica regular de la meditación, puedes experimentar una reducción significativa del estrés, una mejora de tu capacidad de concentración y una mejora general del estado de ánimo.
Dedicando sólo unos minutos al día a la meditación, estarás invirtiendo en tu paz mental y mejorando tu bienestar general.
Este sencillo hábito puede cambiar las reglas del juego a la hora de controlar la ansiedad, agudizar la concentración y fomentar una sensación de calma interior que te acompañe durante todo el día.
La mañana es el momento más popular para meditar, tanto para los principiantes como para los que lo practican con regularidad. Te prepara para el resto del día con más presencia, mejor capacidad de recuperación y menos reactividad. Además, las primeras horas de la mañana son tranquilas y no suele haber nada más que se interponga en tu tiempo.
Meditar por la mañana te permite evitar que te interrumpan los mensajes de texto, las llamadas u otras cosas que te interrumpen en casa. Los niveles de cortisol son más altos por la mañana, lo que te permite relajarte antes de que empiece tu ajetreado día y centrarte en una meditación profunda.
Cuando acabes, tu mente estará preparada para empezar el día con eficacia, por muchas cosas que haya en tu agenda.
Tu mente está despejada y tienes una mayor atención, lo que te permite enfrentarte a lo que te depare el día. Los expertos en meditación afirman que la meditación matutina diaria también puede mejorar la atención, la memoria y la regulación emocional.
La meditación en la pausa del almuerzo es estupenda para tu bienestar porque puede reducir el estrés acumulado a lo largo del día. Puedes desprenderte del trabajo, los estudios u otras presiones y centrarte en el momento presente. Eso te permitirá ganar más energía y una mejor perspectiva para seguir afrontando lo que la vida te depare hasta el final del día.
Te tomas un descanso y recargas las pilas para la tarde. Puede que por la mañana no te des cuenta de que estás tenso o estresado, así que la pausa del mediodía es un buen momento para reflexionar sobre tus sentimientos y reorientar tu mente.
La meditación nocturna es una forma estupenda de relajarse tras un día ajetreado y prepararse para descansar. Puedes practicar tumbado o sentado para apoyarte si piensas irte a dormir inmediatamente después. Sin embargo, te recomendamos que no te duermas durante la práctica de la meditación.
La meditación vespertina es perfecta para controlar el estrés y para quienes tienen dificultades para conciliar el sueño por la noche. La meditación alivia el estrés y disminuye los niveles de cortisol, al tiempo que aumentan las ondas cerebrales alfa, un estado de relajación. Esto calma el sistema nervioso y permite concentrarse en la mente.
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