Descubra cómo la salud social contribuye a su bienestar y explore estrategias eficaces para mejorar y cultivar sus habilidades sociales.
La gente suele asociar la salud con síntomas físicos, medicamentos y visitas al médico. Sin embargo, la salud comprende muchas dimensiones que pueden no ser visibles pero que son cruciales para el bienestar de un individuo, y una de estas dimensiones es la salud social.
La salud social se refiere a las conexiones, relaciones y personas que rodean a un individuo. Las relaciones y las personas significativas pueden distraer a las personas, alterar sus perspectivas o hacer que se sientan más felices.
Si una persona se siente decaída, puede necesitar apoyo o conexión social, lo que puede afectar a su salud. Los seres humanos necesitan conexiones y relaciones positivas que beneficien su salud física y mental.
Cultivar las habilidades sociales y cultivar relaciones satisfactorias son tan cruciales para la salud general como otros factores del estilo de vida, como la alimentación sana y la actividad física.
La salud social es importante porque la investigación ha demostrado que existe un vínculo entre los resultados sanitarios y las relaciones sociales.
Por ejemplo, la falta de contactos sociales puede provocar estrés crónico y soledad, con el consiguiente riesgo de ansiedad, baja autoestima, depresión y otros trastornos mentales.
Una mala salud social puede afectar negativamente a la salud mental y física de una persona.
Por ejemplo, el estrés en las relaciones puede contribuir a una mala salud, a la angustia psicológica y a una excitación fisiológica (aumento de la presión sanguínea y del ritmo cardíaco) que puede empeorar la salud a través de efectos acumulativos en los sistemas fisiológicos.
Contar con sistemas de apoyo sólidos y mantener relaciones indica un buen bienestar social y una buena salud, lo que se traduce en una mejora de la salud cardiaca y mental, una reducción del estrés y una mayor longevidad.
Las personas pueden mejorar su salud social con el tiempo, y ésta no depende del estatus familiar ni se limita al matrimonio o a los miembros de la familia. Para entender la salud social hay que saber lo que es y lo que no es:
La salud social difiere de los determinantes sociales de la salud. Por ejemplo, para mantener una buena salud social no es necesario que la familia o el matrimonio estén sanos.
Los determinantes sociales de la salud (DSS) se centran en los factores sistémicos que influyen en la salud o el bienestar de una persona. Estos factores incluyen:
La SDOH puede afectar en gran medida a las oportunidades de una persona para conectarse y desarrollar hábitos saludables, lo que subraya la importancia de abordar las disparidades sanitarias en las comunidades.
Los funcionarios de salud pública y los expertos en políticas estudian los determinantes sociales de la salud para tomar decisiones sobre la salud de una población, pero los individuos pueden necesitar ayuda para cambiar sus SDOH.
En cambio, la salud social se centra en las relaciones sanas que los individuos pueden trabajar conectando con los demás y mejorando las habilidades sociales.
Las personas pueden seguir ya los pasos para mantener la salud social sin darse cuenta.
Los signos de una buena salud social incluyen tener una sólida red de apoyo social, establecer límites sociales, equilibrar el tiempo a solas y el tiempo social, ser auténtico con la propia personalidad, participar en la comunidad y tratar a los demás con respeto.
En los momentos difíciles, las personas necesitan a alguien en quien apoyarse y con quien hablar. Las investigaciones demuestran que quienes tienen amigos íntimos o relaciones sanas en las que pueden confiar sin obligaciones ni expectativas de devolución tienen más probabilidades de gozar de buena salud social. Los vínculos sociales fuertes también son importantes para mantener una buena salud social.
Las personas socialmente sanas no son agresivas, sino que saben cómo comunicar eficazmente sus necesidades y establecer límites sanos sin experimentar emociones negativas como culpa, vergüenza, resentimiento o miedo.
Encontrar un equilibrio entre el tiempo a solas y la socialización es esencial para las personas. La cantidad de tiempo que se necesita a solas varía en función de si la persona es introvertida o extrovertida.
Sin embargo, mantener relaciones sanas y equilibrar el tiempo a solas con la socialización indica una buena salud social.
Las conexiones saludables pueden hacer que los individuos se sientan cómodos con sus personalidades, ya que se sienten valorados, apreciados y como si pertenecieran a algo. Los individuos satisfechos con su carácter son menos propensos a temer la exclusión social.
Aunque las amistades y las relaciones pueden empujar a las personas fuera de su zona de confort, no deben avergonzarse del fracaso y deben trabajar para aumentar su confianza en sí mismas.
Las personas socialmente sanas pueden equilibrar las presiones de la vida con la necesidad de tiempo libre. Dan prioridad a la interacción y las actividades sociales, como el voluntariado en la comunidad, la participación en eventos del vecindario y la práctica de deportes comunitarios.
Los individuos que muestran respeto hacia los demás indican que están satisfechos con sus necesidades sociales y no se sienten amenazados ni tienen necesidad de menospreciar a los demás para aumentar su autoestima.
Mejorar la salud social puede repercutir positivamente en la salud mental, emocional y física, y muchas estrategias pueden ayudar a mejorar las conexiones y relaciones sociales.
Es importante dar pasos graduales y entablar conversaciones significativas con los demás a la hora de mejorar la salud social. Esto puede implicar hacer preguntas reflexivas sobre sus planes, aficiones o cosas favoritas mientras se buscan intereses compartidos.
Aunque las conversaciones triviales pueden ayudar a practicar la socialización y a hacer nuevos amigos, también es importante ir más allá de las conversaciones superficiales para tener interacciones más significativas que puedan mejorar la salud social en general.
Además, existen varias oportunidades educativas para aumentar la concienciación sobre la salud social y su importancia. Asistir a conferencias, como la Canadian Human Connection Conference, puede ayudar a comprender la importancia de la salud social.
Desarrollar habilidades de comunicación eficaces es esencial para establecer vínculos significativos y socializar. Esto incluye practicar la escucha activa, mantener el contacto visual y prestar atención a las señales del lenguaje corporal para mejorar la comunicación en general y potenciar la salud social.
Las personas deben dar prioridad al autocuidado manteniendo hábitos alimentarios saludables, practicando actividad física con regularidad, durmiendo lo suficiente, comiendo alimentos sanos y evitando mecanismos de afrontamiento poco saludables.
Practicar técnicas de atención plena, como la meditación, puede ayudar a las personas a conectar con su interior y mejorar su salud mental antes de establecer vínculos con los demás.
Otro aspecto importante de la salud social es practicar la gratitud y mostrar aprecio por los seres queridos mediante gestos significativos como enviar mensajes, escribir notas o regalar tarjetas atentas. Hacer que los demás se sientan valorados puede mejorar las conexiones sociales y el bienestar general.
La salud general de un individuo comprende el bienestar físico, mental, social y emocional, y una mala salud social puede repercutir negativamente en la salud física y emocional.
Lograr una buena salud social es fundamental para el bienestar físico y mental de una persona, y las elecciones saludables pueden ayudar a las personas a alcanzar una salud social ideal.
Practicar el autocuidado, encontrar el equilibrio y cultivar una vida tranquila son cruciales para mejorar el bienestar social y formar relaciones interpersonales gratificantes.
La salud social puede tener un impacto significativo en la salud física. El aislamiento y la falta de apoyo social se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como cardiopatías, hipertensión y diabetes.
Por el contrario, una buena salud social, como sistemas de apoyo sólidos y relaciones sociales positivas, se ha asociado a mejores resultados de salud física y a un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
La salud social puede influir considerablemente en la salud mental. Una mala salud social, como el aislamiento social o la falta de apoyo social, se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.
Por otra parte, tener relaciones sociales positivas y un sistema de apoyo sólido puede contribuir a mejorar la salud mental. Incluso puede ayudar a prevenir la aparición de problemas de salud mental.
Los medios sociales pueden influir en la salud social tanto positiva como negativamente.
En última instancia, es esencial utilizar las redes sociales con prudencia y equilibrar su uso con otras formas de interacción social para promover la salud social en general.
Conferencia canadiense sobre la conexión humana
Relaciones sociales y salud: Un punto álgido para la política sanitaria - PMC
Herramientas para el bienestar social | Institutos Nacionales de Salud (NIH)
¿Qué es la salud social? |Psychology Today
¿Qué es la salud social? Definiciones, ejemplos y consejos para mejorar su bienestar social
El contenido de este artículo se ofrece únicamente con fines informativos y no pretende sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Se recomienda siempre consultar con un profesional sanitario cualificado antes de realizar cualquier cambio relacionado con la salud o si tiene alguna duda o preocupación sobre su salud. Anahana no se hace responsable de los errores, omisiones o consecuencias que puedan derivarse del uso de la información proporcionada.